jueves, noviembre 08, 2007



La luz de la lámpara se filtra por debajo de la puerta. Odio dormirme y despertar cuando ya es de noche. Me encuentro entre dos mundos, el de los noctámbulos y el de los que se acuestan pronto y madrugan. Y en ninguno de ellos me siento cómodo. Además, me duele la cabeza. No sé si tomar café o un té, aunque termino decantándome por esta última bebida. Con el tiempo que hace fuera me sentará bien. Necesito escribir para poder expresar lo que siento. Pero tengo un problema, quiero expresar lo que siento sin pararme a sentir lo que estoy sintiendo. Quiero escribir lo que creo que siento, quiero contarlo para que lo lean, para yo leerlo, pero no creo que de verdad sienta así. A base de pensar me he forjado una forma de sentir. Reprimir sentimientos, ni buenos ni malos, se me da bien. Me cuesta asumir que hay cosas que es mejor nunca decir, y que en cambio otras han de ser dichas si queremos crecer, si queremos ser nosotros mismos y no la censura colectiva de nuestra propia naturaleza. Por mi naturaleza yo soy inconstante.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajaja...yo soy noctámbula sin opción...

Reprimir sentimientos nunca es bueno. Escribirlos sí.

Echaba de menos leerte.

Un beso

Anónimo dijo...

Estás muy bueno (no reprimo ni sentimientos ni opiniones).

Pablo E. dijo...

Pero sí te escondes.

Anónimo dijo...

Mi nombre no es suficiente?

Pablo E. dijo...

Ni aunque se tratara del tuyo sería poco más que nada.