domingo, abril 19, 2009

And so it is

Como dijiste que sería. Pero hablabas de tus sueños y no de lo que había de venir. Pero, ¿cómo ibas a saber lo que iba a venir si ni siquiera pensabas en el presente? El tiempo pasa rápido, el sentido se camufla en este caudal y sólo, y a ratos, en la soledad soleada de mi habitación pienso en ti.

Los días, sin sobresaltos, suceden simplemente. Pasan y vuelan, sus minutos traen poca sustancia a esta sopa y, casi sin rechistar, mansamente la degluto.

Estoy dejando de escribir y no me sorprende que no me cueste. Hacerlo siempre me ha deparado, entre otros dolores, quebraderos de cabeza. Ahora me preocupan otras cosas e inevitablemente life goes on.

Entre vicios y virtudes voy siendo, voy formado el caparazón con que me resguardaré cuando ya no pueda mudar de piel. Cuando el sol que reciba lo atesore dentro de mí para el resto de días que me quedan. No creo que haya un reloj con mi cuenta atrás, no hay destinos escritos ni vidas definidas.

En muchas ocasiones me he creído sobrehumano, esto es algo inherente a la juventud. Pero la carne se marchita, el cuerpo recibe magulladuras que nos hacen cobrar consciencia de nuestra mortalidad.

El amor no puede crecer en un terreno estancado. Agua, sol y aire limpio son su alimento.

Pienso en ti. Nadie es como tú y tú ya no eres nada para mí.